lunes, 30 de junio de 2008

5:00 a.m y sin vender una mierda

Son las cinco de la madrugada y como no hay dios que me duerma, me ha dado por empezar a escribir un blogg, que parece que si no tienes blogg hoy en día no eres naide ¡leches!. Pos aquí me presento como una treinteañera "normal" , lo de las comillas es porque creo que una mujer no puede ser muy normal con 31 años nunca: que si las lorzas empiezan a asomar peligrosamente junto con las inseparables primeras arruguitas de los huevos, que no es lo mismo que EN los huevos ¿eh? y nuestra querida amiga: LA CELULITIS, esa gran compañera a lo largo de los años de la cual no tienen que preocuparse los tíos, ni de la regla, ni de que les digan que se les pasa el arroz, ni tener que estar perfecta aunque estés limpiando y cocinando a 40 grados, porque lo de las tareas del hogar es genéticamente femenino... ¡ y una miiiieeeerda!, ¡que yo no nací sabiendo, queridos eslabones perdidos!. Pero bueno, pobres animalejos, me olvidaba que se afeitan todos los días... ¡A no, si ahora se lleva la barba de tres días!, pero bueno, tienen que hacer la mili...¡ a tampoco, que ahora no es obligatoria!. Vamos que siendo mujer y con 31 años se sobrevive como buenamente se puede.